Esta es una muestra de cómo un mismo objeto puede adquirir distinta apariencia en función de las variaciones que incluyamos en su fabricación.
Este típico servilletero se puede convertir en un recipiente para guardar lo que queramos, como clips, caramelos o cualquier otra cosa que se nos ocurra. Como siempre, la diferencia está en saber elegir los tejidos que más nos gusten y decorarlo a nuestra manera.
Con fieltro se pueden hacer infinidad de detalles para decorar, como estos broches que se sujetan a la ropa, a las mochilas, o a lo que quieran. También se pueden realizar como llaveros, o como juguetes si se hacen a mayor tamaño.
Se pueden confeccionar todo tipo de estuches: para lápices, para monedas, para pinturas....
Con cremalleras normales o invisibles, con los tejidos que nos gusten, bordados o acolchados.
El resultado será muy diferente en función de cómo escojamos los materiales y las formas de hacerlo.
El fieltro es muy versátil para realizar adornos y piezas para decorar.
La posibilidad de confeccionar bolsas de aseo es infinita en cuanto a formas, tamaños y diseño. Cada alumno realiza las que más le convienen.
Con tejidos alegres es fácil confeccionar este práctico bolso de playa. Podemos jugar con el tamaño, la elección del tejido y la forma de confeccionarlo para conseguir diversos efectos.
La imaginación debe jugar un papel importante. Cada alumno diseñar y confecciona una cortina.
